jueves, 14 de abril de 2011

Dreams

<<I dreamed...
That you were sleeping, you were sleeping when I laid by your side and stared at you. And then you opened your eyes, saw me staring at you, smiled and closed your eyes again. Then, as if you suddenly realized it was true, you opened your eyes in astonishment when I closed your eyes with my hands and put myself right behind you and kissed your back from the coxis to the neck. Hugged your back and layed there... happy...>>
8-Noviembre-2010

miércoles, 13 de abril de 2011

Los últimos minutos de los 19... los primeros de los 20.

Y mientras entraba por la puerta de mi habitación las campanas daban las 12, mi cumpleaños empezaba mientras dejaba la bolsa de regalos sobre mi cama...
No había planeado que fuera especial, ni inolvidable, pero, afrontémoslo, solo habían pasado dos minutos y ya lo estaba pasando de maravilla.
Aunque sin quererlo mi mente le había evocado varias veces en la última hora mientras recordaba que la primera persona en felicitarme el año pasado, fue él. Sin embargo este año comenzó cuando yo entré en mi habitación... 
Puse el póster con las felicitaciones en mi pared y lo mire con gratitud unos minutos... tomé el librillo de Haikus que me habían regalado y recordé como hace unos minutos, cuando me lo entregaron, casi lloré.
Y pegatinas... numerosas pegatinas y chorraditas de estas que me encantan... no, no necesitaba cambiar nada... todo estaba tan bien que no me preocupé en guardarlo en mi memoria... solo en disfrutar... 
Y cuando llegué a mi habitación, y dejé las cosas en mi cama, me preocupé de no quitarme la ropa por si venían, y saqué el móvil... por si llamaban... por si llamaba.
Sin embargo llamó Laura. Sí, la esperaba también. Maldita Laura, siempre un brillante rayo de luz que mejora mis cumpleaños... porque en su tablón brillaban dos vídeos, una clásica pero no por ello mala comparación con Cristina y Meredith y la acústica... maldita acústica... me pone toda tonta...
Después de revisar el tuenti y sin más fuí a la cama, así comenzó mi cumpleaños.

miércoles, 6 de abril de 2011

Definitivamente no lo que me esperaba.

Creo que las mujeres entramos a las relaciones de pareja ilusionadas y llenas de expectativas. Al principio todo parece ideal, casi un suenio. Sentimos que a penas tocamos el piso, y por lo general queremos prolongar este estado anímico en el que todo es mas de lo que esperaba nuestro pesimista corazón. Es lamentable que mientras una se aferra mas a este espejismo, mas parece este querer esfumarse. Así el conflicto interno, el debate interminable entre la razón y los sentimientos se agudiza. Los instintos nos dicen "Corre", pero el testarudo y masoquista corazón quiere esperar, y la psique se agota, el dolor aumenta y la solución no llega. Y llegamos al punto de recordar los viejos tiempos y querer regresar a ellos con desesperación. No tenemos el valor ni la fuerza de elegir otro camino. Nos ahogamos. Nuestro ya débil sentido de auto-preservación se activa y nos vemos forzadas al cambio para sobrevivir. Nos volvemos mas duras, aprendemos a protegernos y amar menos. Y eso no lo esperábamos. Pasado un punto empezamos a marchitarnos por dentro. Se caen las flores de nuestro cerezo, desnudandolo, y aunque sabemos que pronto pasara y que volverá a florecer lo que con tanto ahínco habíamos cultivado, la verdad es que no queremos experimentar el frió invernal. Como mujeres no queremos dejar ir la esperanza, aunque el seguir conservándola signifique sufrir. Pero veces eso es exacto lo que necesitamos.