viernes, 12 de noviembre de 2010

Teléfono

<<Ahí estaba yo... con el móvil en la mano mientras marcaba su numero. Cerré el teléfono "no, no puedo romper mi pacto... no lo llamaré. Segundos más tarde mientras sostenía el móvil al lado de la oreja, una voz femenina al otro lado del teléfono me decía que "su móvil se encuentra apagado o fuera de cobertura". Rabia... rabia y ganas de llorar eran los únicos sentimientos que dominaban mi cuerpo en ese momento. Intenté llamar a Cinnamon, pero ella tampoco estaba... "Maldición", y usé mi principal distracción para casos como estos... Doramas. Dos horas y dos capítulos después, ya en la cama y lista para irme a dormir en cualquier momento, tomé el móvil para poner el despertador para el día siguiente... y no pude evitar llamarlo de nuevo, la linea dio positivo y comenzó a sonar. Cerré el móvil rápidamente y me dirigí a las cabinas telefónicas. Una vez allí marqué su teléfono otra vez y esperé. "Hello?" mi corazón dejó de latir por un momento, "Hola", "klk vieja!?", "trankis aquí..." y entonces comenzó a latir con normalidad... con tranquilidad... el efecto que su voz tiene sobre mí.>>
<<"Ese beso, en ese último beso canalicé todos mis sentimientos hacia ti. Por eso fue diferente." Cuando estás hablando con alguien a las tantas de la noche, tu cerebro empieza a dormirse y empiezas a bajar todas tus defensas. Así que allí estaba yo, indefensa y sin ganas de tenerlas tampoco. "¿Cuantas veces hay que preguntarte algo para que acabes diciendo que sí?" mierda... no debí de haberle hecho esa pregunta... "depende, porqué esa pregunta?", "no, por nada", "sí, es por algo... dime..." y cambié el tema, como suelo hacer... "porque a veces, aunque ame tu sinceridad, a veces hay preguntas que quisiera hacer pero que no debo, no por que no quiera saber la respuesta, sino por temor a que no sea la que yo espero... y pueda salir herida... sino te hubiera hecho muchas preguntas que desearía saber, como si te gusto de verdad y cosas así "pero mientras me preparaba para cambiar de tema el comenzó a hablar "me encanta tu pelo, me gustan tus ojos, me gusta tu personalidad, y bueno, tu nariz es bastante genial..." le interrumpí "claro, frente a tu nariz cualquier nariz es bastante genial... jajaja! cualquier día de estos va a invadirnos!!" cambio de tema radical... ahora discutiamos sobre su naríz... "que piensas?", "pensaba que eres un tonto", "si?", NOO!! bueno, si XD "sí, k deberias de darme amores de una vez por todas en vez de estar haciendo el tonto, porque total, si tanto te encanta estar conmigo, me das amores, y cuando te hartas de mi, me botas!", segundo de silencio "pero tu no te hartarias de mí?" TACHAN! Así que eso era, coño... "nop... no me hartaría de tí", "y eso?", "porque cuando tienes tanto tiempo intentando conseguir algo, cuando lo consigues lo aprecias más" ENG! mala respuesta... piensa rapido, arreglalo rapido!! "no es que me des mas largas... por favor no me des mas largas! es que cuando stoy con mis amigas y me dicen -sara, tienes novio?- y yo les digo -no-, y respondn -t buscamos uno- y les digo -no gracias, tengo a alguien que me gusta...- y me dicen -todavia el mismo del año pasado?- y respondo -Síiii... todaviiiiaaa...-... jode un poco, jejeje..." el me respondió con una risotada... sí, me alegro que mis penurias por tu causa te parezcan graciosas, cabrón... -"qué?", "no, nada...", y empezamos a hablar de la gente de la facu... le dije que tenia muchas cosas que contarle, me dijo que se las escribiera en un mail, que así no tenia que gastar la tarjeta en ello. Cuanta razón... por supuesto que no se lo dije... y en poco tiempo terminó nuestra conversación... a las 5 am, después de dos horas y media hablando... me supo a poco. Espero que se conecte... quiero que esto termine, por supuesto, de la mejor forma posible... pero la verdad es que estoy cansada, estoy muy cansada y no se si dejar caer los brazos de una vez por todas. Talvez lo haga.>>

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Movil

<<Como siempre, al abrir los ojos esa mañana, hice lo mismo que hago al cerrar los ojos… Pensar en el señor M. Aquella mañana no tenía nada de diferente excepto el hecho de que despertaba en un gimnasio con 300 personas más y me dolía la cadera por el saco de dormir. Esa mañana ahuyenté velozmente el recuerdo del señor M y me enfoqué en mirar a mis compañeros para ver si dormían o si podría hacerles alguna travesura antes de que despertaran.  Intento fallido, estaban despiertos. Así que nos vestimos, desayunamos, y nos dirigimos a la iglesia en la que se estaba llevando a cabo el encuentro espiritual, todo esto con una gran sonrisa en nuestros labios… nos lo estábamos pasando genial. Aquella tarde participamos en un rally evangelístico en el que, además de compartir con las personas de la ciudad que nos daba cobijo y dejarles saber quiénes éramos los adventistas del 7mo día, pasamos unas 2 horas muy locas y divertidas. Acabamos destrozados por el esfuerzo, pero valió la pena. Cuando llegó la noche y volvimos al gimnasio nos pusimos a jugar esos típicos juegos que siempre jugábamos cuando dormíamos fuera: “Jungle Speed” y “Polis y cacos”. Conecté mi móvil al Messenger mientras intentaba suprimir una risita cómplice al ver que me había salido “Ladrón” en la tarjeta del juego, no quería delatarme por lo que intente ocultarme detrás del móvil, no pude, mi sonrisa se amplió aún más al ver que Sr. M estaba conectado. “Finally!!” pensé. >>

<<Esa madrugada el móvil me despertó a las 4:20 AM. Pasó lo de siempre, así que mientras deseaba que el sms lo hubiera enviado el Sr. M tanteé a oscuras el escritorio, tomé el móvil y leí el mensaje. “Después de ver las fotos de este verano me he dado cuenta me encanta pasar el tiempo contigo. No me explico porque me he portado asi cuando, en realida, me encanta estar contigo.” Ese fue uno de esos momentos en los que dices “eso ya lo sabía yo” y sigues durmiendo… que fue exactamente lo que hice. Y al despertar, y abrir los ojos y pensar en él me acordé que había recibido un sms la noche anterior, lo volví a leer y un atisbo de rabia se asomó en mi pecho… ¿qué coño intentaba decirme con eso? Recordé como la noche anterior mi cerebro ideó una situación sobrenatural entre nosotros dos. Y entonces la rabia se acentuó. Así que desde el principio solo tenía que hacerle saber que en cualquier momento podría cansarme de él, ¿solo tenía que haberlo dicho antes para realzar en el las ganas de estar conmigo? “Hijo de ****”, pensé. Me vestí, tomé mi mochila y me dirigí a la facultad. Pensando, me pasé todo el día pensando, la rabia se transformó en alegría y la alegría en miedo. “¿Y si de repente se está forzando a sentir algo por mí solo por miedo a perderme?”.  Y se lo dije. Y desde eso he buscado las cosas que quiero de él, las que no quiero. He leído todos los mails que nos hemos enviado y he vuelto a enamorarme de el. Ahora mismo estoy enfadada. Mucho. Deseo odiarle. Mucho. También quiero llorar. Mucho. Estoy cansada. Mucho.>>